Reflexiones desde Guadalajara

viernes, 29 de enero de 2010

La levedad de la memoria...

A veces me resulta difícil de explicar. No se que es lo que me sucede, que olvido tan fácilmente el pasado inmediato. Sin embargo, parece ser que no soy el único que sufre de este mal.

Hace apenas unos días, escuchaba a mucha gente y conocidos hablar con consternación, dolor, y pena por el nefasto suceso del terremoto en Haití, donde desafortunadamente decenas de miles de personas perdieron la vida, y otras tantas resultaron afectadas de diversas maneras.

Durante algunos días, este fue el tema de conversación. Se organizaron ayudas, apoyos, envíos de víveres, colectas, etc. Hay que reconocer que la respuesta fue bastante buena, y que muchas personas no se contentaron solo con comentar, sino que activamente ayudaron en la medida de sus posibilidades.

Hace unos cuantos días, un famoso delantero del equipo América, Salvador Cabañas fue balaceado en un evento que aún no ha sido totalmente aclarado. El Sr. en cuestión, quien merece todo mi respeto, hasta el momento sigue convaleciente (espero que se recupere, sinceramente; aunque en lo personal creo muy difícil que pueda llevar la misma vida que llevaba anteriormente. Si lo logra, será todo un ejemplo a seguir, digno de otro comentario futuro).

Una vez que la noticia de este evento se dió a conocer, el tema de conversación cambió radicalmente. Lo "IN" ya no era hablar de "la pobre gente de Haití", sinó del atentado contra el delantero. Las noticias dedicaron cada vez menos tiempo a Haití, y más tiempo a la nueva noticia de moda. ¡Qué cortos de memoria somos! ¡Cómo es posible que la noticia de una sola persona, por más famosa que sea pese más que la muerte de más de cien mil personas!
¡Cómo es posible que tan pronto nos olvidemos de las desgracias ajenas y nos podamos sentir satisfechos solamente porque dimos unos cuantos pesos o víveres! Qué forma tan barata de descargar nuestra conciencia y sentirnos bien.... ¿Cómo justificar que nuestras conciencias sean dirigidas y/o manipuladas por noticieros en busca de ratings? ¿Y nuestra razón?

¿Cuántas personas mueren día a día en nuestro país en sucesos violentos y nada pasa ni nada se hace por ellos?

Le pido a Dios nunca volverme una noticia de este tipo, ni vivir la experiencia de que un ser querido pase por esto.... pues me pregunto: si cien mil personas no dan ni para un mes de memoria y pesar... ¿Por cuánto tiempo alguien me recordaría a mí?













jueves, 28 de enero de 2010

La violencia como hábito y costumbre...

Nunca antes a lo largo de mi vida, había sentido tanta inseguridad y miedo ante la posibilidad de violencia. Día con día en las noticias, aparecen informes de gente muerta, asesinada, secuestrada, etc. Y es tan grande el bombardeo informativo sobre estos temas, que pienso que poco a poco estamos perdiendo la sensibilidad ante estos hechos; y prácticamente ya no nos importan, a menos que el perjudicado sea una persona cercana a nosotros.

¿Qué está pasando con nosotros que estamos perdiendo nuestra humanidad y capacidad de asombro? ¿Cómo podemos estar tranquilos ante el legado tan grave y perjudicial que estamos dejando a nuestros hijos? Simplemente tendemos en culpar al gobierno....pero, ¿En qué estamos fallando nosotros?