Reflexiones desde Guadalajara

jueves, 4 de febrero de 2010

Ciudad desbordada....

Siempre he vivido en Guadalajara. Amo esta ciudad. La conozco en gran medida.... pero no por completo. Es difícil conocerla totalmente, teniendo en cuenta el ritmo al que está creciendo.
En ocasiones me sorprende su tamaño; tan grande, tan extendida.

En conjunto la Zona Metropolitana de Guadalajara se ha convertido en un monstruo. Una ciudad de millones de habitantes, que se ha quedado rezagada ante el nivel de crecimiento que ha tenido. Una ciudad en la que el nivel de obra pública siempre está muchos pasos atrás de las necesidades de sus habitantes.

Es bien sabido que el nivel de recursos nunca excede las necesidades existentes. Esta es una de las causas por la que existe la ciencia de la Economía. Sin embargo, cuando adicionalmente los recursos escasos se utilizan de una forma irresponsable, personalista, mezquina, partidista.... los mediocres resultados saltan a la vista.

La Ciudad ha tenido que sufrir los malos gobiernos, mala administración y destrozos de los últimos gobernantes. A mi juicio, no se salvan los de ningún partido. Pero si ha habido unos mucho peores que otros.

En cierta forma, si nos basamos en resultados, Guadalajara es una "Ciudad Inconclusa". Porque desde que recuerdo, planes ha habido muchos: Dotarla de toda una serie de trenes ligeros que permitan el transporte masivo (y que se quedaron en sólo 2); hacer el edificio más alto de latinoamérica (del que sólo quedó el hoyo junto a Plaza del Sol); los Arcos del Milenio (que así se han de llamar por lo que han tardado en hacerlos... y a ver si acaban); el Teatro de la Ciudad (del que hasta la fecha sólo se ve el cascarón); el Museo Guggenheim (que sólo fue un bonito plan), etc. Si los sueños se cristalizaran y se llevaran a cabo, Guadalajara sería una Ciudad de primer mundo.

Cuando estos planes son parte de la iniciativa privada, que arriesga su propio capital... pues es una tristeza que no se lleven a cabo. Ojalá y siguan existiendo empresarios visionarios que sueñen con una ciudad grande, importante y llena de atractivos. Pero cuando el dinero es público, y se malgasta en obras malplaneadas de relumbron, sin un seguimiento más allá del período inmediato... es una irresponsabilidad, una ineptitud e incluso un crimen. Se ha hecho costumbre que obras que se presupuestan en un determinado costo; resultan costando mucho más de lo originalmente planeado. A veces hasta dos o tres veces más. En las empresas privadas, tales errores costarían por lo menos el trabajo del empleado que se equivocó... en el gobierno, normalmente tapan y esconden sus errores.

Así pues, Guadalajara, una ciudad históricamente bella, se encuentra asfixiada por el tráfico que corre por sus calles. Ya no es necesario salir en hora pico; todas las horas se han vuelto hora pico. Se ha extendido sin ton ni son. Sin ningún razonamiento válido, sin respetar planes de crecimiento urbano, pues las licencias se otorgan al por mayor, mientras haya dinero de por medio. Las nuevas urbanizaciones no cumplen los requerimientos mínimos para garantizar una calidad de vida digna a los ciudadanos: se construyen en lugares propensos a inundaciones, en lugares que cuentan con riesgos por contaminación de diversos tipos, en lugares que degradan la ecología, que acaban con las zonas de recarga de los acuíferos de la ciudad. No cuentan con características que permitan una convivencia armónica y la satisfacción de necesidades básicas en el entorno inmediato: falta de escuelas, mercados, iglesias, parques y jardines, unidades deportivas. La ciudad crece, pero la calidad de vida decrece.

Y afortunadamente, la ubicación de Guadalajara difícilmente podría haber sido mejor: clima privilegiado (cada vez más estresado); rodeada al norte por una bellísima barranca que en cierta medida limita el crecimiento a ese sector; con un gran bosque al lado , "La Primavera", y con un hermoso y gran lago cerca, que es Chapala. Este tipo de accidentes geográficos ayudan a que la situación de la Ciudad sea menos grave y más afortunada... pero la intervención del hombre ha llegado a trastocar el equilibrio de estos frágiles ecosistemas.

Es necesario que hagamos algo por cuidar nuestra ciudad y sus ecosistemas circundantes. Si esto no lo hace el gobierno, lo tenemos que hacer sus ciudadanos. La ciudad, de continuar el ritmo de crecimiento que tiene, no es una ciudad sustentable a largo plazo. Tarde o temprano va a colapsar. Se encuentra desbordada. Nos queda muy poco tiempo para actuar. Ahora o nunca.

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