Reflexiones desde Guadalajara

miércoles, 3 de febrero de 2010

Días Lluviosos....

Siempre me han gustado los días lluviosos. No se por qué razón, pero ver la lluvia caer es algo que desde que recuerdo me ha fascinado. Cerrar los ojos, y escuchar las gotas caer, me resulta agradable y relajante. Sentir la brisa fresca, el olor a tierra mojada y la sensación de que cada gota que cae va limpiando lentamente el aire y la suciedad que rodea nuestro entorno, me es sumamente placentero. Incluso en las situaciones en que no he tenido la fortuna de contar con un techo que me proteja, y me he tenido que empapar con la lluvia repentina; no deja de ser algo que me guste vivir, pese a la impertinencia del suceso en ocasiones.

Hoy es un día lluvioso. De hecho, ha llovido durante ya dos días con sus noches. Es curioso que esto me llame la atención. Normalmente pasaría desapercibido para mí. Tal vez será porque está lloviendo fuera de temporada. Tal vez porque estos días me he sentido triste, y los días nublados tienen un dejo de tristeza. Es más fácil sentirme triste, nostálgico o taciturno, en un día lluvioso que en un día soleado. Tal vez será porque el sol irradia energía.... ¿Qué es lo que trae la lluvia? La lluvia me encanta... pero me provoca nostalgia. Me provoca llenarme de recuerdos. Recuerdo felices. Recuerdos tristes. Alegrías y tristezas. Días pasados que ya no volverán para mí.

Me gusta la lluvia por la sensación placentera que me provoca en el momento, y por la lluvia de recuerdos que provoca en mi ser. Me acabo de percatar de esto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario