Reflexiones desde Guadalajara

viernes, 26 de febrero de 2010

Placentera nostalgia...

Entre los contactos que he restablecido en el FB, se encuentran personas que en el pasado fueron sentimentalmente significativas para mí.  Dicho en otras palabras, mujeres de las que en algún momento del pasado llegue a estar enamorado, en ocasiones abierta y en otras secretamente.   Afortunadamente, con ninguna de ellas terminé la relación en malos términos, si bien no con todas pude proseguir la amistad en forma continua.

Con algunas llegué  a perder por completo el contacto durante muchos años.   Al restablecer el contacto, al reencontrarlas nuevamente como amistades de algún amigo mutuo, se vuelven a tocar algunas fibras sensibles para mí.   Pero no en la misma forma que en el pasado.   Al menos para mí, es difícil decir que no guardo un cierto cariño o afecto por las amigas que en el pasado llegué a querer bastante, aún cuando las cosas no se llegaron a dar en ese momento, como yo hubiera querido.

Sin embargo, la sensación es muy diferente.  En mi caso, llevo varios años de casado, feliz y con dos hijas.  En el caso de la mayoría de mis amigas, también han llegado a establecer sus propias familias.

Al ver fotografías de estas amigas, con sus parejas, sus hijos, y la vida que llevan, no puedo evitar traer recuerdos y sensaciones del pasado.  El tiempo y el olvido lo borran casi todo, pero en el pasado nunca fue tan fácil traer tantos recuerdos de un sólo golpe y con tanta nitidez!!   Ver esas imágenes en el pasado, probablemente me habrían causado algún dolor.  A estas alturas, la sensación es dulce.

Saber que tus recuerdos son verdaderos, y validarlos con imágenes reales, que te confirman que esa persona que alguna vez amaste sigue viva, sigue su vida y vive feliz, es por decir lo menos, una sensación extraña.

"¿Qué será de tí?"   Esta pregunta, que anteriormente evocaba nostalgia.... ahora puede ser respondida con lujo de detalles.  

Me ha gustado reestablecer estos contactos.   Por un lado, es gente significativa en mi vida, aún cuando se que nunca más podrá haber nuevamente nada entre nosotros (si es que alguna vez lo hubo); siento bien cuando veo que se han realizado y viven felices.   De alguna forma esto me causa alegría en mi ser.  Por otro lado, me doy cuenta que los años no pasan sólo por mí:   mis recuerdos de chiquillas adolescentes o muy jóvenes, quedan atrás cuando veo que se han convertido en todas unas damas, con sus familias, hijos, esposos, etc.

La vida pasa, pero los recuerdos perduran.   Y verlas me causa una placentera nostalgia, de aquel que fuí y de aquel que entonces quise llegar a ser.

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