Reflexiones desde Guadalajara

lunes, 15 de marzo de 2010

Matrimonios Gay??

Durante las pasadas semanas, se ha desatado una fuerte discusión a nivel Nacional, debido al cambio de las leyes en el Distrito Federal, para autorizar los matrimonios entre personas de un mismo sexo.  Así mismo (y debo confesar al emitir esta humilde opinión personal que desconozco en su totalidad los términos de los cambios en las leyes) entiendo que al legalizar la posibilidad de casarse legalmente,  también se les da la posibilidad poder adoptar y tener hijos.

El gobierno de algunos estados  (entre ellos Jalisco), han levantado un instrumento legal denominado "Controversia Constitucional" contra estas leyes, alegando que de ser aprobado un matrimonio en el DF, ellos también se verían obligados a reconocer esto, aún cuando en sus propias leyes y reglamentos este tipo de matrimonio aún no ha sido reconocido.   Según leí en periódicos recientes, a la mayoría de los Estados que crearon estos recursos les fue rechazado por el órgano Judicial correspondiente.  Hasta donde se, se encuentran estudiando apelar esta decisión con nuevos argumentos, si es que no lo han hecho ya.

Más allá de las "politiquerías" (nunca falta el que apoya una u otra causa con tal de salir en la foto o echar agua para su molino), el tema además de interesante es delicado.  Y es delicado precisamente porque está en juego la vida de muchas personas desde diferentes perspectivas.

Yo crecí en Jalisco, un Estado típicamente tradicional y conservador.   Nací en el seno de una familia con estas características fuertemente arraigadas, además de una ferrea formación católica.    Sobra decir, que en base a esta formación y bases de pensamiento, mi posición podría ser levemente tendenciosa.
Pero también hay que decir que el Estado ha cambiado, principalmente en las generaciones más jóvenes.   A mi juicio, la Iglesia ha ido perdiendo algo de su antiguo poder, y los medios de comunicación masiva bombardean con nueva información muchísimo más liberal a los jaliscienses.
Creo que la mayoría de la población continua siendo católica, pero también creo que los valores de la mayoría son mucho  más laxos que antaño.

Pienso que en Jalisco la mayoría de la gente se inclina entre una negativa y desaprobación a estos cambios en las leyes, y una aprobación tácita de esta nueva realidad (no los apoyo, pero tampoco me opongo).  Creo que las personas que apoyan firme y activamente este cambio de leyes en la localidad es aún una minoría (y aclaro que no tengo ninguna encuesta que apoye esto que creo...).

En conversaciones con amigos y conocidos, el principal centro de controversia es la posibilidad de adoptar y criar niños.   En su mayoría, poca gente abiertamente acepta estar en contra del matrimonio homosexual en sí (al menos ahora que parece ser políticamente incorrecto tomar una posición abiertamente conservadora y te pueden tachar de "retrógrada").

El hecho de que dos personas homosexuales decidan formalizar una relación, y establecer vínculos legales con su pareja en su mayoría es aceptado, aún con cierta reticencia.  Esto permite a estas personas poder legalizar su situación, acceder a servicios médicos, y asegurar un futuro para su pareja al darles derechos testamentarios o hereditarios.  Permite evitar situaciones de clandestinidad no deseadas.   Sin embargo, hay que reconocer que aún cuando el tema se legalice, no todas las barreras que enfrentan estas personas se derribarán sólo por esto.     Pero es un gran paso.

Hasta donde yo he visto, la principal discusión tiene que ver con la posibilidad de adoptar y crear niños.  Aquí es donde la mayoría de la gente que conozco responde con un  rotundo "No estoy de acuerdo con esto".
Los argumentos son variados;  desde el punto de vista que dice  que les van a dar mal ejemplo y distorsionar su visión de la realidad, hasta aquellos que dicen que  van a pervertir a esos niños.

En lo personal, creo que son injustas estas comparaciones.  Se generaliza un comportamiento o una acepción generalizada, que en muchas ocasiones no tiene nada que ver con la realidad.  Si bien es imposible meter las manos al fuego diciendo que esto no pasará, también creo que es una realidad que en familias "normales" donde los padres son heterosexuales no siempre tienen los niños los mejores ejemplos ni formaciones.    Por ejemplo, ¿Qué formación y visión de la realidad tendrá un hijo de padres drogadictos, o que se dediquen a la prostitución y por desgracia vivan en hacinamiento, aún cuando sus padres sean heterosexuales?
Generamos una visión de la realidad  de acuerdo a la "normalidad" que vivimos... pero esta "normalidad" tiene muchísimos recovecos.  Y todo aquello que no cuadra con nuestra visión lo rechazamos.

Yo pienso que este paso legal se dió demasiado pronto y en una forma demasiado amplia.  De ser posible, yo hubiera permitido la generación de derechos legales entre parejas (llámese matrimonio o de otra forma);  y para una discusión posterior hubiera dejado el tema de los infantes.  Aunque legalmente, o por cuestión de derechos humanos no se si esto es viable, ya que en cierta forma se estaría generando una especie de "ciudadanos de segunda categoría".   Aunque para ser sinceros, en el país hay muchas categorías, y el principal diferenciador creo no es sexo, religión, preferencia sexual ni política... sino cantidad de dinero.  Y allí ni quien se queje.

Respeto a la mayoría de las personas homosexuales.  Creo que todavía se requiere tener de mucho valor para aceptar su preferencia sexual en nuestra sociedad en estos tiempos (¡si bien parece que se ha vuelto moda ultimamente ser gay!).   Creo que hay mucha gente valiosa, íntegra y talentosa con preferencias sexuales diferentes.  Personas que podrían ser capaces de criar a un niño o niña  mejor y con mayor calidad de vida que muchos padres heterosexuales.
 Pero la verdad es que también detesto a esas "locas/ trasvestis" que parecen personas histéricas buscando que las vean.   Creo que estas personas,  a pesar de lo luchadoras y aguerridas que pueden llegar a ser, son las que más denigran, desprestigian y contaminan los movimientos a favor de derechos homosexuales, y por su causa vuelven  blanco de  burla a muchos compañeros de su causa.

Espero no ofender a nadie con mis pensamientos.   Y si lo hago, ofrezco una disculpa, pero no me retracto de mi forma de pensar.

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