Reflexiones desde Guadalajara

martes, 2 de marzo de 2010

¡¡Noche Metalera!!

Quisiera escribir sobre algo más profundo... pero la verdad es que estoy cansado, el "hamster" se niega a trabajar y no se me ocurre gran cosa.

Acabo de llegar hace un rato de un concierto dado por el grupo de rock "Metallica" en Guadalajara.   Debo decir que es un grupo muy bueno en su género, que tienen una gran historia y una cantidad bastante grande de seguidores en la ciudad.  El concierto fue muy bueno, el estadio estuvo lleno con mucha gente "prendidísima" y emocionada con la tocada.

Todo excelente.... si no fuera porque este tipo de música no me gusta mucho que digamos, y tuve que ir más bien acompañando a mi esposa, que ella sí, es toda una rockera declarada.

De todas las canciones que tocaron, pues yo me sabía como cinco, y de las cinco si acaso me gustaban tres.... así que estar cuatro horas de pie, casi una esperando que iniciara, otra escuchando a un grupo telonero que casi nadie pelaba, y las otras dos y fracción ya con Metallica, la verdad en parte fue un suplicio para mí.  Ahh.... esto en lunes, después de trabajar todo el día, y con la mala fortuna de que mañana tengo que trabajar nuevamente.

Si... lo se:  soy un cebo.   ¿Qué culpa tengo yo que mis gustos musicales vayan más por otros lados, y me guste más el rock pop, las baladas, el jazz y otras cosas?     Yo creo que por eso me llevo bien con mi mujer:  de alguna extraña manera, nos complementamos bastante bien.
Yo como decía el buen Bora:  ¡¡Yo respeto!!... ¡¡pero no necesariamente me tiene que gustar!!

Hasta eso que la experiencia estuvo divertida.  Es interesante cómo sale a flote nuestra sociedad clasista en todos lados.   Mi esposa y yo estuvimos en la cancha, de pie (¡¡ Tonto iluso de mí, que al ver mi boleto y ver un lugar creí que ibamos a estar sentados!!....menso!!  lo más seguro es que de haber habido sillas, hubieran terminado embarradas en la cabeza de un cristiano!)  Al poco rato de que llegamos, con la luz encendida, empezaron las mentadas y recordadas familiares entre los de las gradas   (que se sentían muy fresas) y los del nivel de cancha, que supuestamente eran más pueblo por ser boletos más baratos.

Y al grito de los de las gradas: ¡¡Se les va el camión!!  ¡¡Se les va el camión"", y contestados por los de las canchas con: ¡¡Los trajo su mamá!! ¡¡Los trajo su mamá!!, siguieron las más plurales y democráticas mentadas de madre por parte de ambos bandos.  Hasta allí todo bien.   La güera (mi esposa) y yo estábamos bastante divertidos viendo esta situación en un barandal situado entre las gradas y la orilla de la cancha... hasta que de pronto nos vimos metidos enmedio de una lluvia de proyectiles, principalmente bebidas con cerveza.... y quiero seguir pensando que sólo era eso, porque si nos alcanzaron  a mojar... 

Total que nos vimos forzados a emigrar de nuestro confortable lugar.    La trifulca terminó sólo cuando el concierto empezó.  Hasta entonces terminó el relajo, y empezó la música.   Muy energética, sin duda.   Me hubiera gustado conocer más canciones y sus letras, para disfrutarlo aún más.  

  Hasta "compas" andaba haciendo ya,  con un borrachito amigable que tenía al lado, el clásico que ya "incróspido" cree que te conoce de algún lado.

Total que a pesar de no ser mi música preferida, la experiencia si me gustó, me divertí y salí de la rutina por un rato.  

Desde mi punto de vista, el único negrito en el arroz fue el siguiente:  a nivel de cancha, la única puerta que abrieron en el estadio 3 de Marzo, fue la puerta 9.  Con la cantidad de gente que quería salir al mismo tiempo, esta puerta resultaba insuficiente.   De repente la gente empezó a empujar bastante, por lo que mi esposa y yo mejor decidimos salirnos del gentío que quería salir y esperar.  Afortunadamente no pasó nada;  sin embargo, este tipo de situaciones son muy riesgosas, cuando un tumulto de gente quiere salir sólo por una pequeña puerta.  Y más cuando es gente enardecida y exaltada por un concierto de heavy metal.

No se que estarían pensando los organizadores, o la gente de seguridad del estadio, pero me parece que esa decisión fue un error grave, afortunadamente sin consecuencias que lamentar.

En general me gustó bastante la experiencia.



















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