Reflexiones desde Guadalajara

lunes, 17 de mayo de 2010

Jefe Diego...

La noticia más relevante de los últimos días ha sido el secuestro del ex Senador, y ex candidato a la Presidencia de la República Mexicana, el panista Diego Fernandez de Cevallos.

Y lo trascendente de la noticia, es que a pesar del ambiente de violencia que ha embargado a buena parte del país durante este sexenio (y algunos anteriores), rara vez la violencia llega  a cimbrar tan altas esferas del poder.

Pocas veces recuerdo que en el pasado algún político encumbrado ha sido parte de un ataque frontal tan sonado.  Me viene a la cabeza el asesinato de Luis Donaldo Colosio, quien fue asesinado mientras era candidato a la Presidencia por el PRI.

Personaje polémico en la vida nacional, el llamado "Jefe Diego" ha sido sin duda uno de los personajes más influyentes en el país durante los últimos sexenios.  Reconocido por propios y extraños como  extraordinario orador, notable abogado, hombre  y político sagaz e inteligente, ha sido a la vez vituperado y criticado por haber sacado provecho de la posición privilegiada en donde se encontraba, por crear una cuantiosa fortuna no tan fácilmente explicable, y por generar conflictos de intereses entre su labor profesional individual y la responsabilidad política-legislativa que llegó a ostentar en su momento.

En lo personal recuerdo el debate que en el momento de su presidencia sostuvo Diego Fernandez, con los entonces candidatos Ernesto Zedillo y Cuauhtemoc Cárdenas.    A mi juicio los destrozo.  Nada que ver entre las extraordinarias dotes de orador de Diego, con un apocado Ernesto Zedillo que parecía que no sabía que estaba haciendo allí, y un Cuauhtemoc que si muchos dones tiene, no están entre ellos precisamente la oratoria y el manejo de imagen, ya que típicamente era bastante gris y monótono.

En ese momento, el Jefe Diego era mi ídolo.  Joven de familia clasemediera en esa época, yo no simpatizaba en esa época con el PRI, y soñaba con que los sacaran del poder.  Y de buenas a primeras, Diego Fernández se convirtió en una gran opción, que llegó a hacer creer a la gente que el cambio era realmente posible.   Y de repente, después de ese abrumador triunfo, casi desapareció por semanas de todos los medios.  Parecía que su campaña había desaparecido repentinamente.      La historia ya se sabe.  Finalmente, llegó a la Presidencia Ernesto Zedillo.

Después de esto, se habló tiempo después de las denominadas "Concertasesiones", entre el PAN y el PRI, en las que el PRI cedió cotos importantes de poder al PAN, pero no la Presidencia en ese sexenio.    Eso quedaría para después, con Fox.  

Qué pasó entonces realmente, no lo sé a ciencia cierta.  Pero Diego, a pesar de seguir siendo alguien que me resultaba bastante interesante, perdió algo de credibilidad para mí.  Lástima, porque considero que era alguien bastante valioso y capaz.  Hubiera sido interesante verlo actuar como Presidente ( y que conste que creo que Zedillo hizo un buen papel, a pesar de un pésimo arranque).

Regresando al tema original:

Espero sinceramente que el Sr. Diego Fernandez se encuentre bien.  Se ha especulado que está herido.  Deseo que pueda retornar al lado de su familia, y retomar su vida.  Me imagino que en una vida con tanto poder, más de algún enemigo ha de haber acumulado.  O que teniendo tanto dinero, se convirtió en el blanco de la codicia de alguien que con un cálculo de riesgos erróneo, supuso que sería una forma fácil de hacer fortuna a costillas de alguien más.   O finalmente (y peor caso a mi juicio), que algún grupo delictivo, de esos que tanto ha perseguido el gobierno, ha querido enviar un mensaje claro y directo al Gobierno:  Tampoco ustedes son intocables.

Quiero pensar que todo va a terminar bien para el Sr. Diego.  Quisiera creerlo... pero mi razón y mi intuición me dicen que va a ser muy difícil que pueda regresar con bien.   .  Cobrar un rescate (suponiendo que ese fuera el móvil) pienso que se ha convertido en una misión casi imposible.  Hay tanta gente y tantas autoridades buscando a los culpables, que creo es muy fácil que en un ataque de pánico traten de desaparecer cualquier evidencia.

Un grupo delictivo, difícilmente lo dejaría con vida y no le temblaría la mano para acabar con él.  Y si quisiera usarlo para que les sirviera de mensajero, dudo que el Sr. Diego se prestaría.

En resumen:  me gustaría que regresara con bien, pero me temo que para que esto pasara, se necesitaría algo cercano a un milagro.  Y estos no se dan seguido ultimamente.











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